viernes, 17 de febrero de 2012

Pena por tí, gusto por mí.


Aprovecho nuevamente mis pensamientos deambulantes que se encontraron otra vez con vos, y espero que sea mi despedida definitiva...Buscábamos la misma dirección, pero tú no veías lo que veía yo... Tus palabras contaminaron la relación, y sólo por no saber elegir cual usar. Llegar a la meta sin mirar atrás, quedarse con los recuerdos que hicieron bien al corazón... No he logrado entender como pude levantarme cuando fuí dejada atrás. Sólo sé que tomé carrera, y corrí... esquivando todas las piedras que pude, por la carretera más larga... "el olvido". Tú dijiste que siguiera mi camino, y yo me preguntaba ¿A donde voy? Si mi salida siempre eras vos. Recuerdo que mencionaste también, que todo estaría bien... y desgraciadamente no olvido los ríos que lloré para buscar un método de descarga que por fín funcionara. Fue el día en que tu juego terminó, las cosas no se pueden forzar... por más que uno quiera. Y mi sonrisa se debía a que no fui la única perdedora. Deshago palabras, por no querer dedicarte ni 1 segundo de mi tiempo. No es que te odie, es mi corazón quien puso una barrera contra tí... Y fuiste tú él constructor, tras tus actitudes de niño inmaduro. No quisiera hablar de hoy, pero estoy felíz por haber llegado a donde estoy... sin trampas ni mentiras. Si pudiera congelar este momento, le pondría una foto y haría un cuadro... Para cada día recordarme como debo estar... dichosa y satisfecha con mis pagos. Y lo malo, derramarlo sobre fuego. Caíste por tu propia catarata de excusas... Y luego te ataste a busconas para conseguir un poco de cariño. Caminas por la línea equivocada, pero ¿A quién le importa? Recibes lo que das. No encontré tu verdadero vos, pero si te perdí... Ansío por tí... Honesta supervivencia... Como un barrilete, TE DEJO IR... y por desgracia la fiesta acabó.


Martina Padellaro

No hay comentarios:

Publicar un comentario