Husmeando en mi cofre de las memorias, encontré el vocablo que buscaba hace varias estaciones ya... esa voz que precisaba oír, y entender al fin. El fracaso desaparece en mi itinerario. Mi testimonio comenzó seguidamente de un pequeño gran desliz... que a pesar del tropiezo, y el considerable cardenal en mi corazón, me sané desinfectando impostores y esquivando tablas en malas condiciones... evitando caer en el río de las lágrimas, una vez más. Logré proceder con mis ambiciones, y aumentándolas de a escaso período. No descifro correctamente en mi memoria, si fue una palabra, o una oración, quien dio pie a mi revelación conmigo misma. Debo admitir que me enorgullecí de ignorar individuos por quienes antiguamente reclamé afición. Mi consigna fue simple... "Intentar, si fallo... retirarse con la cabeza elevada, y nunca mirar atrás. Tarde o de mañana..Desolado regresa". Entristece la forma en que sucede y cuando lo hace, pero me alegra saber que se cumplió mi predicción. Aún flamante y moderno, no completas el álbum...
Éxitos aventurero, acompañado de mi cátedra.
Martina Padellaro
Martina Padellaro
No hay comentarios:
Publicar un comentario