lunes, 14 de noviembre de 2011

Solo faltaba amor


El miedo al sonar la puerta, la confianza atendió. .
 esperanza como siempre con su ilusión,
 la triztesa nuevamente le atacó. 
Al ser la mentira quien molestó, 
y a su corazón en dos rompió. 
Se olvidó que verdad la esperaba, y la ira se desataba.
 Desilusión como siempre llegó, la inquietud no la soltó. 
Rechazo cada vez se sentía peor, 
y resentimiento lo acompañaba junto con dolor
El engaño insoportable, la amargura no aceptable. 
La mente era perversa, 
que a bondad rápidamente destrulló; 
doña maldad a sinceridad ni perdón le pidió.
 Lástima como siempre actuando, 
culpa del temor nunca supo tomar el mando. 
Soledad empezó a contagiarse, 
pero la duda comenzó a preguntarse. 
¿ Fe quedará todabía ? Tan sola se siente Simpatía.
 La belleza comenzaba a decaer, 
y el triunfo lejos se ha de ver. 
Timidez no se animaba a salir, 
hasta que fortaleza la acompañó al partir. 
Placer en cada beso se encendía, 
y la pasión se aumentaba día a día. 
Pero envidia como siempre se metía 
y así felicidad existir no podía.
 Luego coraje se levantó, puso basta 
y con soberbia terminó. 


Martina Padellaro.

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