El miedo al sonar la puerta, la confianza atendió. .
esperanza como siempre con su ilusión,
la triztesa nuevamente le atacó.
Al ser la mentira quien molestó,
y a su corazón en dos rompió.
Se olvidó que verdad la esperaba, y la ira se desataba.
Desilusión como siempre llegó, la inquietud no la soltó.
Rechazo cada vez se sentía peor,
y resentimiento lo acompañaba junto con dolor.
El engaño insoportable, la amargura no aceptable.
La mente era perversa,
que a bondad rápidamente destrulló;
doña maldad a sinceridad ni perdón le pidió.
Lástima como siempre actuando,
culpa del temor nunca supo tomar el mando.
Soledad empezó a contagiarse,
pero la duda comenzó a preguntarse.
¿ Fe quedará todabía ? Tan sola se siente Simpatía.
La belleza comenzaba a decaer,
y el triunfo lejos se ha de ver.
Timidez no se animaba a salir,
hasta que fortaleza la acompañó al partir.
Placer en cada beso se encendía,
y la pasión se aumentaba día a día.
Pero envidia como siempre se metía
y así felicidad existir no podía.
Luego coraje se levantó, puso basta
y con soberbia terminó.
Martina Padellaro.
muy buen blog marti, tenes buena poesia, va a mi me gusta :D besos
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